sábado, 25 de enero de 2014

Verano verde

Así como la Ford ha contribuido con carrocerías que por algunos curiosos sujetos mejor eran queridas ser vistas en verde, viene existiendo un ciclo medido en un decenal de años (recordándose 4) en cuyo pico los "enrarecimientos" y "crispaciones" de los humores sociales se vieron acompañadas de una intensa estrategia vaciadora de los sujetos más empoderados económicamente de nuestra sociedad, quienes depositaban el el fruto de su honrado trabajo en nada más y nada menos que uno de los dispositivos contemporáneos más destacados entre los que poseen el color verde. 
Claro que no estaba previsto que este último se tardase tanto, lo cual de ningún modo debe hacernos olvidar de la función cíclica de la crisis en tanto válvula de escape que propone un nuevo respiro  a los eternos empoderados frente a circunstancias generalmente ligadas al avance de posiciones u ofensivas de sus sectores antagónicos, pero muchas veces también gracias al inmenso poder de su magia creativa, un arte de inventar poco esperado en las teorías ortodoxas. 
Mientras quienes debieran poder surfear en la cresta de la ola con el poder de dirigir a la ola misma no solo no lo hacen sino que están lejos de hacerlo, así es como suele quedar demostrada la capacidad vanguardista de los grandes poseedores. Una de las características de su ofensiva es sembrar de malos entendidos el terreno del rival y enriquecerse con las torpezas que dificultan una mayor integración solidaria de sus oponentes, generalmente electores de dudosas coaliciones que se apoyan fuertemente en el discurso. 
La esperanza es verde porque no hay modo que sea de otro color, o si, pero cuando el mundo dejó de mirar al cielo e identificarla con el azul su lugar en el imaginario parecería haber sido ocupado por el color de las materias y además de simbolizar la riqueza más que el oro es recordado con menos frecuencia como color representativo de ciertos elementos de la naturaleza que favorecen la producción de oxígeno y cada vez escasean más. 
La paradoja es estar en un momento donde suceda a la vez que el verde gendarmería se encargue de los problemas de disciplina de los lumpenempoderaditos y que no obstante a estos se les extiendan derechos básicos de una manera bastante mínima pero bastante al fin aunque comparables cualitativamente a la extensión de los derechos de obtener esperanza verde para los más exitosos acaudalados de nuestra Nación. El excedente sigue siendo repartido de manera atrozmente desigual aunque el Estado se haya encargado de paliar algunas de las situaciones más miserables; así y todo, el mainstream comunicativo se ha encargado de hacernos interpretar que la opinión pública adhiere conscientemente a los principios básicos de las teorías económicas de la Escuela de Chicago y por lo tanto las quejas que se señalan más importantes son las que abordan de un modo crítico ciertas intervenciones del Estado que no habían sido puesto en marcha desde hacía largas décadas. 
La importancia de esta licencia otorgada graciosamente por gran parte de los interpretacionistas (de toda tendencia política) a los monopolios mediáticos radica en que es el primer paso para la construcción de los perfiles políticos aparentemente deseables.

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