miércoles, 27 de abril de 2011

el mundo es una mierda y no hay chance de que se salve nada, por nada del mundo

Con ustedes, un ejemplar trozo de mierda:








Ahora, con mucho ojo, trate de encontrar las 7 diferencias:








En un mensaje paralelo, me gustaría comunicar a los dos o tres hippies que leerán esto eventualmente antes de mi muerte algunos años ya después de haber alcanzado cierta fama como rockstar y genio de la creación musical y que salgan a la luz mis archivos escritos -como este- y valgan oro (o no), que

viernes, 15 de abril de 2011

Mentime que me gusta

Una solución electoral. El mismo día que se promulgó esta ley parecía obvio: los(nos?) obligan a juntarse(nos). Pasaron muchos meses y pocos debates al respecto. Aparecían obviedades, pero las prácticas de base (más bien, las dirigencias de la cúpula) no cambiaban de las antiguas minimidades. Dada la escasa repercusión que tiene lo que voy a escribir me atrevo a lanzar una crítica a una opción que sin embargo jamás me atrevería a criticar si no es a puertas cerradas con algunos pocos  compañeros. Esto es un papel para organizar algunos pensamientos bastante errantes.

Un fantasma recorre estas elecciones. El fantasma de la izquierda. Esa izquierda que en determinados lugares, principalmente algunos sindicatos, suele tener actitudes ejemplares, porque claro, ese es su espectro de lucha real. No existen muchas posibilidades coherentes más allá de los compañeros de esta izquierda, lástima que sean pocos, pero el sindicalismo combativo estos años se alimentó casi solamente gracias a ellos. Eso me parece a mi. ¿Sindicalismo kircherista? JAJAJA. Sindicalismo centro-izquierda, cúpulas de la CTA y de ATE? Siglas y slogans bonitos, cambios de olores.

Pero, un momento. La ley y el bendito 2.5%. Muchos de nosotros miramos este modelo no sólo con desconfianza, sino con asco, porque oculta las miserias, porque legitima un modo de explotación por compararse con atrocidades. Ese es su fuerte. Pero muchos de nosotros, al menos yo y otros tantos, que se yo cuantos, creemos que el papelito en la urna es un papelito en la urna, mucho menos efectivo que la bola en la ingle. Entonces prestarle demasiada atención, llenarla de protocolos, bendecirla como la salvación a todos los problemas (aunque tampoco todos son tan ingenuos), es legitimar toda esta basura, legitimar el neoliberalismo por las urnas.

Aaaaah, me fuí de tema.

Entonces. A los compañeros todo el apoyo. ¿O se lo vamos a dar al modelo de hipocresía, a la bola de smug kircherista?. A los 6 mil gendarmes y a la policía en la calle, a Scioli, a los gobernadores reciclados, al funcionariado menemista reciclado y a las amistades con lo peor de la burocracia sindical, con los asesinos de Mariano Ferreyra, con los ministerios que salieron a defender las prácticas de Kraft, a esa cosa pedante cuyo brazo izquierdo se expresa a través de un programa de televisión??

Entonces, los compañeros de la izquierda clásica se vuelven una caricatura en estos escenarios, pero también hay que superar la caricatura y no caer en la pavada. Con bronca y todo, mi opción es la caricatura.

Entonces, ahora si, lo que me proponía en un principio.

¿No es demasiado hipócrita que dos partidos, dos burocracias que hace tantos años vienen tirándose mierda se junten de repente? ¿No es demasiado hipócrita llamarse a la alianza por la demanda de las bases cuando tal cosa en sí no existe unificada y si existiera, ha pedido eso desde siempre? Quiero decir, ¿por qué carajos no antes? ¿no hay que dejar de figurar?
Hermoso sería el nacimiento de una práctica combativa de todo el espectro de izquierda debatiendo sobre nuestra unión en un mismo camino, una discusión dura pero con el fin de encontrarnos juntos. En el cual se acabe con el sectarismo, donde realmente se den cuenta la estupidez de la diferenciación y nos encontremos los que buscamos otro modo no capitalista. Un mundo feliz.

Prensa Obrera y La verdad Obrera no han hecho en estos últimos años más que dedicar (a veces la mitad de sus publicaciones!!) a identificarse y criticar al otro. Y entre todas a todos. Páginas y páginas, artículos y artículos explicando por qué los vecinos no han actuado bien y no pueden ser jamás una opción, y por qué, entonces "nosotros" (inserte aquí la sigla de izquierda que prefiera) realmente estamos con los trabajadores y "nosotros somos" a quienes hay que seguir. Porque los compañeros se confunden y en realidad con ellos es muy fácil caer en la vereda de enfrente. ¿Cómo se entiende que la única solución ahora se encuentre con la solución que no era tanto de buena? ¿Cómo es que tanto ha cambiado la coyuntura que ahora si nos necesita juntos, porque sí? Y a los mismos apellidos!! Han aparecido juntos en muchas fotos, sus banderas aparecen en lugares parecidos pero antes de encontrarse marcan sus diferencias. Las marchas son verdaderos emboles de organización "por seguridad", no vaya a ser cosa de que se nos desparramen algunos y se saluden otros. Al costado de nuestra ilera vamos con largos caños para que ninguno se salga y ninguno entre.


El elitismo proletario del PTS y la voluntad contradictoria atrapatodo-sectarista del PO sumada a la no se que del IS que anda por ahí pero con menos nombre. Organizar al proletariado, pero con estas consignas y estas soluciones ya armadas, ninguna otra receta por favor, y no me cambie ningún ingrediente que sino está en la vereda de enfrente. ORGANIZAR AL proletariado, porque ellos solos no pueden, pobrecitos. Sin nuestras consignas jamás llegarán. Somos nosotros los únicos que podemos, y debemos, estamos encima de ellos, los tenemos que organizar. Porque están brutos de tanto capitalismo encima. Están brutos ellos, nosotros no. Organizar al PROLETARIADO, porque son el único sujeto posible. Los que trabajan para un empleador. Los otros no. El lumpenaje que se lo quede otro, que a nosotros no nos sirve, los quisimos organizar y no pudimos, no sirven. Eso es, aparte de sectarismo, elitismo. Bueno, el Polo Obrero fue algo paradójico que rompe un poco este molde. Pero si, siempre la respuesta está en el salariado. En un país de mayorías lumpenproletarias, el actor es si o si el proletariado. El otro, ese mugroso lumpenaje, decía el viejo barbudo (mal interpretado, o interpretado porque si así) puede ser, más bien, es, siempre, carne de cañón para los capitalistas, una degradación de la forma humana funcional a los motivos contra-revolucionarios.

Qué tanto será lo que nos diferencia que a veces es mejor encontrarse en otros lugares. Las décadas pasan y las discusiones van renovándose poco. Todo el apoyo a lo que de esto pueda surgir, pero después de que se ponga el papelito en la urna y ya no queden excusas. Cuando verdaderamente se llame a todo el espectro de izquierda a transitar el mismo camino. Nota del editor: al escritor le han puesto algo de droga en la comida y sueña demasiado


Bleh, hasta acá llegamos, no tengo ganas de escribir. Que se imaginen lo que sigue, dale?